miércoles, 30 de diciembre de 2009

Un poquito para empezar


Hace ya seis meses que vivo en India. La idea es escribir las vivencias y aventuras de una persona occidental viviendo en un país donde todo parece estar al revés.

Aunque para muchos occidentales, India les puede resultar muy atractivo, para la mayoría de los que estamos viviendo aquí (yo me excluyo, aunque admito que algunas veces me dan ganas de salir corriendo) les parece un infierno. Y no me refiero sólo a los cambios climáticos (en verano, Calcuta se convierte realmente imposible con el calor y la humedad exagerada), sino al estilo de vida en general. A mi, personalmente, me parece una experiencia maravillosa. Difícil, si, es difícil. No es fácil cambiar el estilo de vida de un momento a otro, acostumbrarse a los olores, la suciedad, la forma de vida de las personas o tratar de entender formas de pensar completamente distintas (la forma en como nos educaron no nos permite un completo entendimiento, por eso mismo resulta más fácil aceptarlo y no tratar de entender) pero creo que lo importante es saber que Calcuta va mucho más allá, es una ciudad con vida propia.
El simple hecho de hacer mercado se convierte aveces en una odisea. La comida picante y estar enfermo la mayor parte del tiempo (no quiero ahondar mucho en este tema, ya que podría resultar desagradable), la cantidad de especias, el agua y otros factores, resultan una verdadera bomba para un estómago novato. Si está pensando en hacerse la lipo, no es necesario que se someta a una intervención quirúrgica, venga a India y mata dos pájaros de un solo tiro. Conoce esta maravillosa cultura y al mismo tiempo adelgazará increíblemente rápido.

No tengo muy buena memoria, pero trataré de recordar la mayor cantidad de sucesos ocurridos durante estos 6 meses y al mismo tiempo trataré de redactar fielmente lo que me ocurre día a día. No es necesario seguir una línea en el tiempo, ya que parece que en India el tiempo no existe. Antes de viajar, fui a una conferencia dictada por Juan Alfredo Pinto, embajador de Colombia en India, y dijo algo totalmente cierto, vivir en India, es estar en el siglo XVIII, XIX, XX y XXI al mismo tiempo.

Para los que no saben mucho o incluso nada de Calcuta o por su nuevo nombre, Kolkata, ya que después de los ingleses, los indios (muchos suelen llamarlos hindús, pero la palabra hindú hace referencia a la religión, y en cierta forma es aceptable ya que el 80.5% de la población practica el hinduismo, pero no nos podemos olvidar que también conviven -no sé si en perfecta armonía- musulmanes, cristianos, sikhs -los del turbante- entonces usaremos el gentilicio adecuado, INDIOS) decidieron cambiar el nombre de muchas ciudades, así como Bombay ahora es Mumbay, Bangalore ahora es Bangaluru, Madras ahora es Chennai y Calcuta ahora es Kolkata. Me gusta más Calcuta, siempre ha sido "la Madre Teresa de Calcuta" y no "La Madre Teresa de Kolkata"

En fin, Calcuta, La Ciudad de la Alegría, la segunda ciudad más grande de India, con 14.7 millones de habitantes, es la capital del estado de West Bengal, ubicado en el extremo oriental del país (siii, la costa de Bengala y los tigres de bengala) y único estado comunista de India. Bañada por el río Hooghly, brazo del Ganges, tiene como patrona a la diosa Kali, la diosa de la destrucción. Pero Kali no destruye porque sí, ella destruye lo necesario para cerrar ciclos y así empezar uno nuevo.
Creo que es una diosa interesante. Es negra y con la lengua afuera. Tiene tres ojos. El ojo izquierdo ve el pasado, el derecho el presente y el tercero, el futuro.