viernes, 5 de noviembre de 2010
Happy Diwali!
Hace una semana el clima empezó a cambiar en Calcuta. El calor sofocante ya se fue. Se terminó el monzón que este año fue un poco más lago que el anterior. Alegremente empiezan las celebraciones. La semana pasada fue el Durga Puja y desde ayer se está celebrando el Diwali (léase “divali” o “duvali”). Ya les conté del Durga Puja en otra entrada, pero seguía en deuda el Diwali, la fiesta de las luces, así que hoy, en medio de las festividades, vamos a hablar de esta fiesta.
En toda India se celebra el festival de la luces. Es la fiesta más importante del hinduismo, que significa la victoria del bien sobre el mal, la luz sobre la oscuridad. También se celebra el año nuevo hindú. Muchas empresas y negocios empiezan durante el Diwali, ya que trae prosperidad.
El tipo de celebración varía en algunos estados del subcontinente según la devoción a distintos dioses. En la mayor parte de India se celebra alrededor de Lakshmi, la diosa de la prosperidad. Se dice que la diosa visita la casa de los hindús durante esta fiesta, pero no todas. Sólo las viviendas limpias y de gente trabajadora. Evidentemente este no es el caso de West Bengal. Menos mal aquí no esperan la visita de Lakshmi, porque se podrían quedar sentados esperándola toda la vida y Lakshmi no se atrevería ni a tocar una sola calle de Calcuta si de limpieza se trata. West Bengal es más devoto a la diosa Kali y se celebra el “Kali Puja”, así que les hablaré principalmente del Kali Puja porque es el que estoy viviendo en este momento.
Bueno, pero no quiero hablar de los dioses hoy. Por ahora quiero contarles cómo se lleva a cabo el Diwali. La ciudad se viste de luz y se respira el ambiente festivo y el embriagador aroma del incienso en las calles. La gente adorna sus casas con lucecitas, ya sean de colores o blancas. Hacen caminos de diyas, que son pequeños recipientes de barro que algunas veces adornan con pinturas de colores. A estos recipientes se les llena con aceite y un pabilo que sobresale por el borde, el cual encienden y permanece encendido durante casi toda la noche. El camino de los diyas es el camino de la luz. De hecho, la palabra “Diwali” es la abreviación de “Deepavali” que en sánscrito significa “camino de lámparas”. En Calcuta, el camino de luz también sugiere la iluminación de las almas de los que ya partieron.
A la diosa Kali se le hacen varios rituales y ofrendas. Las ofrendas son flores, lentejas, dulces, arroz, frutas, pescado, carne (¡pero no de vaca!) y el sacrificio de un animal, generalmente una cabra. En mi conjunto tienen el pandal con las ofrendas, pero menos mal no hay sacrificio de animales. Generalmente los sacrificios los hacen en el templo principal de la diosa en Calcuta, que es el Kaligat Kali Temple. Ya lo visité una vez, no durante el Kali Puja, pero les juro que no me dan ni ganas de volver.
La pólvora no se podía quedar atrás. Los más codiciados con los petardos (totes), seguidos de los voladores. Ya se imaginarán el ruido y el susto cada vez que estalla una cosa de esas.
Hablando de de ruido… Durante los ritos tántricos y mantras a la diosa Kali, tocan tambores y campanas durante todo el día… Y gran parte de la noche también, así que podrán imaginarse ambiente de paz en el que estoy sumergida. ¡Campanas, tambores, cánticos y pólvora, la mejor combinación para la meditación!
El Diwali creo que vendría siendo algo así como un año nuevo combinado con navidad, ya que también se dan regalos, especialmente dulces. ¡Qué delicia los dulces indios! Llenos de coco, clavos de olor, pistachos, leche, nueces, canela, ghee* y mucho mucho azúcar. Lástima que nos les puedo mandar los dulcecitos por aquí, ni son tan fáciles de describir como las celebraciones, sólo les puedo decir que son DELICIOSOS, en mayúscula.
Bueno, me iré a comer mis dulces y a tomar fotos para que se hagan una idea de cómo se ve todo de bonito decorado con las luces. Siéntanse afortunados de que las fotos van sin sonido.
Pronto volveré con más historias de mi vida en West Bengal.
*Mantequilla clarificada. La usan en la preparación de casi todos los alimentos.
sábado, 29 de mayo de 2010
Un aguacate por favor
Hoy es un día tranquilo en Calcuta. El cielo está nublado, pero no parece que fuera a llover. El clima está casi perfecto, la humedad no es tan alta hoy y el calor no está asfixiante. Hoy es un lindo día para salir, ya que mañana Domingo 30 de Mayo no será posible. Al igual que en Colombia, mañana hay elecciones, la diferencia es que acá no serán presidenciales sino que son locales. Ayer en el periódico salió un mapa marcando los distintos sectores donde habrá disturbios, y creo (aunque no entendí muy bien el mapa porque todavía no me ubico) que en mi sector habrá uno que otro... Algo así como "chubascos dispersos". Es mejor evitar.
Hace algunos días, se me ocurrió la genial idea de hacer burritos. Bueno, es que encontré fríjoles refritos en el supermercado y los compré, y para darles un uso, qué mejor que hacer burritos o tacos o algo por el estilo. Así que empecé por hacer la lista de los ingredientes para mis burritos.
1. Tortillas Bimbo. (¿Bimbo?)
2. GUACAMOLE! (este si debe ser fácil)
3. Queso. (No problem ma'm)
4. Carne. (Vaca sagrada)
5. Lechuga. (cómprela, lávela, desinféctela y botela para que no se enferme)
Bien, ahora empecemos por las tortillas. Así como ir al Éxito y comprar tortillas Bimbo, como que no. Entonces, Juanita McGiver decidió hacerlas ella misma. Muy cocinera yo, me puse manos a la obra, busqué la receta en Google y salí a comprar los ingredientes. Bueno, la receta decía que podían ser con harina de maiz o con harina de trigo, y como no encontré de maiz, las hice con trigo. La vedad, no fue tan difícil. Hasta compré rodillo y todo que por la módica suma de mil pesos (cincuenta centavos de dólar), me vendieron un rodillo de calidad inigualable, y lo digo enserio. Muy bien pulido y hecho de madera fina. La vedad estoy contenta con mi rodillo, que hasta he pensado en usarlo para hacer arepas. ¿Será que se puede? Bueno, las tortillas resultaron bien. No eran tortillas mexicanas, sino roti*, pero gustaron.
Ahora faltaba hacer el guacamole. Muy decidida voy al supermercado, pero no encuentro un aguacate. Cabe recordar que West Bengal es un estado comunista, así que el gobierno, para proteger a los vendedores locales, no permite un amplio surtido de frutas y verduras en los supermercados, y lo que se encuentra no es muy fresco ni de buena calidad. Así que decido ir al mercado local. Cada dos cuadras hay un mercado local o plaza de mercado, donde se encuentra casi todo. El pollo no puede ser más fresco. Están todos los pollitos en una jaula o simplemente llega el muchacho de los mandados con 20 pollos todavía vivos amarrados a una bicicleta. Uno escoje el que quiere, y lo matan ahí mismo, lo despluman y lo cortan a petición del cliente. Qué más se puede pedir.
El pescado ya viene muerto de una vez, pero también es fresco, todavía se le paran todas las moscas. El muton (en hindi) o cordero, lo tienen colgado completico y uno pide que le corten la parte que uno quiere "una nalga de muton por favor".
Sigo avanzando porque no soporto el olor. El calor hace que todo se dañe muy rápido. Depronto me encuentro en un lugar lleno de colores y olores agradables. Las frutas las disponen de tal forma que a uno le dan ganas de comprar todo, y si no fuera porque uno sabe que no debe comer frutas sin lavar, me habría comido todas manzanas, mangos, ciruelas, bananos, patillas. Todos tan brillantes y con unos colores que sólo se ven en pinturas al óleo. Nada que ver con el área de cárnicos que es lo que se ve desde la calle. Un jardín escondido, un juego de color que uno ni siquiera sabe a dónde mirar. Recuerdo que tengo que comprar el aguacate. "¿Tiene aguacates?" le pregunto a un vendedor. Me mira y con su mirada me pregunta "qué carajos es esto". Le describo un aguacate, y el señor, muy feliz y decidido va al fondo de su local y me pasa un mango biche. "no señor, aguacate, esto es un mango" "ja, mango, acha" eso significa: si, mango, bien.
Camino por toda la plaza de mercado, ya tengo la cebolla y el tomate para hacer el guacamole, ya tengo el 33% de los ingredientes. Sigo en la incansable búsqueda de mi aguacate. Por alguna extraña razón, todos creen que estoy pidiendo un mango! ¿Cómo carajos voy a hacer un guacamole con un mango? En menos de una cuadra me encuentro dos imágenes desgarradoras. Un leproso recostado contra una pared pidiendo limosna y un perro con sarna. Millones de historias cuenta la ciudad de Calcuta a sólo unas cuadras de mi casa.
Salgo del mercado con el corazón en la mano, con una lágrima y sin aguacate.
Voy al hotel Hyatt. Allá me vendieron el queso, la lechuga, un aguacate y la carne de vaca sagrada, que por cierto, no sé si sea el hecho de ser sagrada, pero me sabe más rico. Mientras yo tengo la posibilidad de cambiar de escenario así de fácil, pasar del mercado al Hyatt, otros viven todos los días como el perrito o como el señor enfermo sin tan siquiera poder imaginarse que más allá hay más mundo. SOMOS AFORTUNADOS.
*Pan hecho a base de harina de trigo y agua. Parece una tortilla mexicana o una arepa y es indispensable en la dieta india, ya que con él cogen los alimentos. Como acá no usan cubiertos, entonces envuelven la comida en un pedacito de roti, pero no como haciendo un burrito, sino que envuelven cada bocadito.
sábado, 13 de marzo de 2010
Matrimonio... ¿Arreglado o por Amor?
Ya sé que me he demorado muchísimo en escribir y pido disculpas, pero ahí si la tecnología me atropella... tenía el post ya casi listo guardado en un borrador, y ahora no sé cómo abrir los borradores, así que me tocará empezar a escribirlo otra vez, mientras espero a que me traigan lo que me juraron que era un plátano maduro...
Otra de las muchas cosas interesantes y diferentes que tiene India, son sus matrimonios arreglados. Cuando alguien dice que está comprometido, la pregunta obligada es: ¿es por amor o arreglado? y generalmente contestarán con un tono de obviedad: arreglado.
Cuando el matrimonio es por amor, la mayoría de las veces termina siendo desastroso. Es más, cuando responden que el matrimonio es por amor, quien pregunta generalmente sonríe entre dientes y dice "ahhh, felicitaciones", pero realmente está pensando "pobres pendejos"
Hace poco hablaba con una compañera de la escuela y le dije que fuéramos a tomar un té con unas empanaditas triangulares deliciosas que se llaman somosas. Ella me dijo que sólo me acompañaba, pero que no iba a comer porque estaba haciendo dieta. Perfecto, a mí sólo me interesaba mi somosa.
Mientras caminábamos hacia el centro comercial, me pregunta: ¿Sabes por qué estoy haciendo dieta? La verdad, no respondí nada. Era evidente que la necesitaba, así que me limité a levantar los hombros haciendo un gesto de "juuuuum, ni ideeeeea". Así que ella me comienza a explicar:
- Mi familia me está buscando esposo
- Ahhhh, que interesante... Pero ¿tú no tienes novio ya?- le pregunté
- Si, pero no me quiero casar con él - respondió -Además mi familia no puede saber que tengo novio – Esa ya me la sabía, acá es casi pecado mortal tener novio-
- Entonces, ¿me dices que prefieres casarte con un desconocido?
- Bueno, eh..., no sería un desconocido, mi familia lo habría elegido para mi
- Pero ¿por qué dejar que tu familia decida algo que va a definir el resto de tu vida? ¿No es mejor que tomes tú esas decisiones?
- No, porque mi familia sabe lo que es mejor para mí. Además que si mi futuro marido no resulta ser bueno, puedo culpar a mi familia por haber arruinado mi vida.
En ese momento me atoré con alguna de las mil especias que tiene la somosa. Les juro que esa fue la respuesta final. Ésta niña podrá culpar a sus padres si su esposo le arruina la vida!!! ¿No es una bonita forma de pensar?
- Y ¿el amor?- Tenía que preguntar, aunque ya sabía la respuesta, no es la primera vez que hacía esta pregunta
- El amor viene después, con el tiempo - (todos responden lo mismo)
- No, eso no se llama amor, se llama costumbre - alegué
- Amor, costumbre, da lo mismo...
¿Cómo arreglan un matrimonio?
Cuando la niña ya está en “edad de merecer”, su familia busca, según su casta y su status social, un pretendiente, quien realmente no la pretende porque no tiene que hacer absolutamente nada. Las dos familias se reúnen para así entablar una “amistad” que finalmente es sólo una relación de negocios, donde los parientes de la novia, que al fin y al cabo nunca será novia sino que saltará directamente al título de esposa, ofrecen una suma de dinero, algunos regalos y obviamente a su hija. Prometen que es una niña de casa, que no sale con sus amigas, que sabe cocinar muy bien y también sabe barrer, trapear, limpiar el polvo, lavar la ropa, plancharla y doblarla (esto depende del status social, dependiendo de si pueden pagarle a alguien para que lo haga o no).
Anteriormente hasta ahí llegaba el acuerdo, la familia de la novia pagaba, se acordaba la fecha y los “novios” se conocían el día de la boda mediante un ritual extraño, pues primero los casaban y después, cuando ya eran marido y mujer, les pasaban un espejito para que se vieran por primera vez juntos y vieran la cara de su ahora cónyuge, ya que antes no se habían visto nunca. Por eso algunas veces a la pobre novia le tocaba pasar el resto de la vida con alguien que no le gustaba ni poquito. Si, algunas familias decían: “el niño es un papacito, y para completar es inteligentiiiiiisimo” y resultaba que no era ni medianamente agraciado ni inteligente.
Pero infinitas gracias que los tiempos han cambiado. Ahora los futuros esposos tienen derecho a conocerse antes, y si no se caen bien, pues no se casan. Cuando finalmente la familia encuentra a alguien que le cae bien a la “interesada”, que casi nunca está realmente interesada, llegan al acuerdo de pago, se casan en una ceremonia que dura 3 días (historia que les contaré después) y la feliz pareja se va a vivir a… a… a la hermosa casa de los padres del esposo!
Así concluye la historia marital india, agradezco sus comentarios, así sea sólo para decirme cómo carajos se dice plátano maduro en inglés, porque lo que me trajeron es algo que parece un bananito bocadillo verde, y me dicen que toca hervirlo y después fritarlo, y que así lo deje un año envuelto en papel periódico, nunca va a madurar… En fin, no es el plátano ni verde ni maduro que nosotros comemos.
martes, 2 de febrero de 2010
Durga Puja
A mediados de octubre, la ciudad se viste de fiesta. ¡Llega el Durga Puja! Durante 6 días, los habitantes de Calcuta gastan lo que han ahorrado durante todo el año para tan magno evento.
lunes, 11 de enero de 2010
Pagó su Karma
Uno de esos intensos días de verano, un poco antes de que llegara el monzón, paramos en una estación de gasolina en medio de la autopista EM Bypass. Todavía faltaban mas o menos 45 minutos para llegar a la casa, que quedaba en las afueras de Calcuta. Continuamos por la paralela a la autopista, que en un punto estaba cerrada porque la estaban re pavimentando y tocó devolvernos. Ya dando la vuelta, descubrí a un hombre tirado en el separador. Estaba medio desnudo y al principio pensé que estaba dormido, cuando miré con más detenimiento, me di cuenta que en la parte de la cadera ya no tenía piel, los cuervos y las moscas se la habían comido. ¡El hombre estaba muerto!