viernes, 5 de noviembre de 2010

Diwali 2010

Algunas fotos del Diwali.





Happy Diwali!





Hace una semana el clima empezó a cambiar en Calcuta. El calor sofocante ya se fue. Se terminó el monzón que este año fue un poco más lago que el anterior. Alegremente empiezan las celebraciones. La semana pasada fue el Durga Puja y desde ayer se está celebrando el Diwali (léase “divali” o “duvali”). Ya les conté del Durga Puja en otra entrada, pero seguía en deuda el Diwali, la fiesta de las luces, así que hoy, en medio de las festividades, vamos a hablar de esta fiesta.

En toda India se celebra el festival de la luces. Es la fiesta más importante del hinduismo, que significa la victoria del bien sobre el mal, la luz sobre la oscuridad. También se celebra el año nuevo hindú. Muchas empresas y negocios empiezan durante el Diwali, ya que trae prosperidad.

El tipo de celebración varía en algunos estados del subcontinente según la devoción a distintos dioses. En la mayor parte de India se celebra alrededor de Lakshmi, la diosa de la prosperidad. Se dice que la diosa visita la casa de los hindús durante esta fiesta, pero no todas. Sólo las viviendas limpias y de gente trabajadora. Evidentemente este no es el caso de West Bengal. Menos mal aquí no esperan la visita de Lakshmi, porque se podrían quedar sentados esperándola toda la vida y Lakshmi no se atrevería ni a tocar una sola calle de Calcuta si de limpieza se trata. West Bengal es más devoto a la diosa Kali y se celebra el “Kali Puja”, así que les hablaré principalmente del Kali Puja porque es el que estoy viviendo en este momento.

Bueno, pero no quiero hablar de los dioses hoy. Por ahora quiero contarles cómo se lleva a cabo el Diwali. La ciudad se viste de luz y se respira el ambiente festivo y el embriagador aroma del incienso en las calles. La gente adorna sus casas con lucecitas, ya sean de colores o blancas. Hacen caminos de diyas, que son pequeños recipientes de barro que algunas veces adornan con pinturas de colores. A estos recipientes se les llena con aceite y un pabilo que sobresale por el borde, el cual encienden y permanece encendido durante casi toda la noche. El camino de los diyas es el camino de la luz. De hecho, la palabra “Diwali” es la abreviación de “Deepavali” que en sánscrito significa “camino de lámparas”. En Calcuta, el camino de luz también sugiere la iluminación de las almas de los que ya partieron.

A la diosa Kali se le hacen varios rituales y ofrendas. Las ofrendas son flores, lentejas, dulces, arroz, frutas, pescado, carne (¡pero no de vaca!) y el sacrificio de un animal, generalmente una cabra. En mi conjunto tienen el pandal con las ofrendas, pero menos mal no hay sacrificio de animales. Generalmente los sacrificios los hacen en el templo principal de la diosa en Calcuta, que es el Kaligat Kali Temple. Ya lo visité una vez, no durante el Kali Puja, pero les juro que no me dan ni ganas de volver.

La pólvora no se podía quedar atrás. Los más codiciados con los petardos (totes), seguidos de los voladores. Ya se imaginarán el ruido y el susto cada vez que estalla una cosa de esas.
Hablando de de ruido… Durante los ritos tántricos y mantras a la diosa Kali, tocan tambores y campanas durante todo el día… Y gran parte de la noche también, así que podrán imaginarse ambiente de paz en el que estoy sumergida. ¡Campanas, tambores, cánticos y pólvora, la mejor combinación para la meditación!

El Diwali creo que vendría siendo algo así como un año nuevo combinado con navidad, ya que también se dan regalos, especialmente dulces. ¡Qué delicia los dulces indios! Llenos de coco, clavos de olor, pistachos, leche, nueces, canela, ghee* y mucho mucho azúcar. Lástima que nos les puedo mandar los dulcecitos por aquí, ni son tan fáciles de describir como las celebraciones, sólo les puedo decir que son DELICIOSOS, en mayúscula.

Bueno, me iré a comer mis dulces y a tomar fotos para que se hagan una idea de cómo se ve todo de bonito decorado con las luces. Siéntanse afortunados de que las fotos van sin sonido.

Pronto volveré con más historias de mi vida en West Bengal.

*Mantequilla clarificada. La usan en la preparación de casi todos los alimentos.

sábado, 29 de mayo de 2010

Un aguacate por favor


Hoy es un día tranquilo en Calcuta. El cielo está nublado, pero no parece que fuera a llover. El clima está casi perfecto, la humedad no es tan alta hoy y el calor no está asfixiante. Hoy es un lindo día para salir, ya que mañana Domingo 30 de Mayo no será posible. Al igual que en Colombia, mañana hay elecciones, la diferencia es que acá no serán presidenciales sino que son locales. Ayer en el periódico salió un mapa marcando los distintos sectores donde habrá disturbios, y creo (aunque no entendí muy bien el mapa porque todavía no me ubico) que en mi sector habrá uno que otro... Algo así como "chubascos dispersos". Es mejor evitar.

Hace algunos días, se me ocurrió la genial idea de hacer burritos. Bueno, es que encontré fríjoles refritos en el supermercado y los compré, y para darles un uso, qué mejor que hacer burritos o tacos o algo por el estilo. Así que empecé por hacer la lista de los ingredientes para mis burritos.
1. Tortillas Bimbo. (¿Bimbo?)
2. GUACAMOLE! (este si debe ser fácil)
3. Queso. (No problem ma'm)
4. Carne. (Vaca sagrada)
5. Lechuga. (cómprela, lávela, desinféctela y botela para que no se enferme)

Bien, ahora empecemos por las tortillas. Así como ir al Éxito y comprar tortillas Bimbo, como que no. Entonces, Juanita McGiver decidió hacerlas ella misma. Muy cocinera yo, me puse manos a la obra, busqué la receta en Google y salí a comprar los ingredientes. Bueno, la receta decía que podían ser con harina de maiz o con harina de trigo, y como no encontré de maiz, las hice con trigo. La vedad, no fue tan difícil. Hasta compré rodillo y todo que por la módica suma de mil pesos (cincuenta centavos de dólar), me vendieron un rodillo de calidad inigualable, y lo digo enserio. Muy bien pulido y hecho de madera fina. La vedad estoy contenta con mi rodillo, que hasta he pensado en usarlo para hacer arepas. ¿Será que se puede? Bueno, las tortillas resultaron bien. No eran tortillas mexicanas, sino roti*, pero gustaron.

Ahora faltaba hacer el guacamole. Muy decidida voy al supermercado, pero no encuentro un aguacate. Cabe recordar que West Bengal es un estado comunista, así que el gobierno, para proteger a los vendedores locales, no permite un amplio surtido de frutas y verduras en los supermercados, y lo que se encuentra no es muy fresco ni de buena calidad. Así que decido ir al mercado local. Cada dos cuadras hay un mercado local o plaza de mercado, donde se encuentra casi todo. El pollo no puede ser más fresco. Están todos los pollitos en una jaula o simplemente llega el muchacho de los mandados con 20 pollos todavía vivos amarrados a una bicicleta. Uno escoje el que quiere, y lo matan ahí mismo, lo despluman y lo cortan a petición del cliente. Qué más se puede pedir.

El pescado ya viene muerto de una vez, pero también es fresco, todavía se le paran todas las moscas. El muton (en hindi) o cordero, lo tienen colgado completico y uno pide que le corten la parte que uno quiere "una nalga de muton por favor".

Sigo avanzando porque no soporto el olor. El calor hace que todo se dañe muy rápido. Depronto me encuentro en un lugar lleno de colores y olores agradables. Las frutas las disponen de tal forma que a uno le dan ganas de comprar todo, y si no fuera porque uno sabe que no debe comer frutas sin lavar, me habría comido todas manzanas, mangos, ciruelas, bananos, patillas. Todos tan brillantes y con unos colores que sólo se ven en pinturas al óleo. Nada que ver con el área de cárnicos que es lo que se ve desde la calle. Un jardín escondido, un juego de color que uno ni siquiera sabe a dónde mirar. Recuerdo que tengo que comprar el aguacate. "¿Tiene aguacates?" le pregunto a un vendedor. Me mira y con su mirada me pregunta "qué carajos es esto". Le describo un aguacate, y el señor, muy feliz y decidido va al fondo de su local y me pasa un mango biche. "no señor, aguacate, esto es un mango" "ja, mango, acha" eso significa: si, mango, bien.

Camino por toda la plaza de mercado, ya tengo la cebolla y el tomate para hacer el guacamole, ya tengo el 33% de los ingredientes. Sigo en la incansable búsqueda de mi aguacate. Por alguna extraña razón, todos creen que estoy pidiendo un mango! ¿Cómo carajos voy a hacer un guacamole con un mango? En menos de una cuadra me encuentro dos imágenes desgarradoras. Un leproso recostado contra una pared pidiendo limosna y un perro con sarna. Millones de historias cuenta la ciudad de Calcuta a sólo unas cuadras de mi casa.

Salgo del mercado con el corazón en la mano, con una lágrima y sin aguacate.

Voy al hotel Hyatt. Allá me vendieron el queso, la lechuga, un aguacate y la carne de vaca sagrada, que por cierto, no sé si sea el hecho de ser sagrada, pero me sabe más rico. Mientras yo tengo la posibilidad de cambiar de escenario así de fácil, pasar del mercado al Hyatt, otros viven todos los días como el perrito o como el señor enfermo sin tan siquiera poder imaginarse que más allá hay más mundo. SOMOS AFORTUNADOS.


*Pan hecho a base de harina de trigo y agua. Parece una tortilla mexicana o una arepa y es indispensable en la dieta india, ya que con él cogen los alimentos. Como acá no usan cubiertos, entonces envuelven la comida en un pedacito de roti, pero no como haciendo un burrito, sino que envuelven cada bocadito.

sábado, 13 de marzo de 2010

Matrimonio... ¿Arreglado o por Amor?

Ya sé que me he demorado muchísimo en escribir y pido disculpas, pero ahí si la tecnología me atropella... tenía el post ya casi listo guardado en un borrador, y ahora no sé cómo abrir los borradores, así que me tocará empezar a escribirlo otra vez, mientras espero a que me traigan lo que me juraron que era un plátano maduro...


Otra de las muchas cosas interesantes y diferentes que tiene India, son sus matrimonios arreglados. Cuando alguien dice que está comprometido, la pregunta obligada es: ¿es por amor o arreglado? y generalmente contestarán con un tono de obviedad: arreglado.

Cuando el matrimonio es por amor, la mayoría de las veces termina siendo desastroso. Es más, cuando responden que el matrimonio es por amor, quien pregunta generalmente sonríe entre dientes y dice "ahhh, felicitaciones", pero realmente está pensando "pobres pendejos"

Hace poco hablaba con una compañera de la escuela y le dije que fuéramos a tomar un té con unas empanaditas triangulares deliciosas que se llaman somosas. Ella me dijo que sólo me acompañaba, pero que no iba a comer porque estaba haciendo dieta. Perfecto, a mí sólo me interesaba mi somosa.

Mientras caminábamos hacia el centro comercial, me pregunta: ¿Sabes por qué estoy haciendo dieta? La verdad, no respondí nada. Era evidente que la necesitaba, así que me limité a levantar los hombros haciendo un gesto de "juuuuum, ni ideeeeea". Así que ella me comienza a explicar:


- Mi familia me está buscando esposo

- Ahhhh, que interesante... Pero ¿tú no tienes novio ya?- le pregunté

- Si, pero no me quiero casar con él - respondió -Además mi familia no puede saber que tengo novio – Esa ya me la sabía, acá es casi pecado mortal tener novio-

- Entonces, ¿me dices que prefieres casarte con un desconocido?

- Bueno, eh..., no sería un desconocido, mi familia lo habría elegido para mi

- Pero ¿por qué dejar que tu familia decida algo que va a definir el resto de tu vida? ¿No es mejor que tomes tú esas decisiones?

- No, porque mi familia sabe lo que es mejor para mí. Además que si mi futuro marido no resulta ser bueno, puedo culpar a mi familia por haber arruinado mi vida.

En ese momento me atoré con alguna de las mil especias que tiene la somosa. Les juro que esa fue la respuesta final. Ésta niña podrá culpar a sus padres si su esposo le arruina la vida!!! ¿No es una bonita forma de pensar?

- Y ¿el amor?- Tenía que preguntar, aunque ya sabía la respuesta, no es la primera vez que hacía esta pregunta

- El amor viene después, con el tiempo - (todos responden lo mismo)

- No, eso no se llama amor, se llama costumbre - alegué

- Amor, costumbre, da lo mismo...

Una de las cosas por las que los indios se sienten orgullosos, es su bajo índice de divorcios, pero ¿a costa de qué? Hace poco leí en el periódico que dos tercios de las mujeres casadas en India, son víctimas de violencia doméstica. ¡Dos tercios!!! Y bueno, no estoy diciendo que todos los matrimonios sean un fiasco y que por el sólo hecho de ser arreglados no sean buenos... pero la verdad prefiero un alto índice de divorcios a un alto índice de violencia intrafamiliar.


¿Cómo arreglan un matrimonio?

Cuando la niña ya está en “edad de merecer”, su familia busca, según su casta y su status social, un pretendiente, quien realmente no la pretende porque no tiene que hacer absolutamente nada. Las dos familias se reúnen para así entablar una “amistad” que finalmente es sólo una relación de negocios, donde los parientes de la novia, que al fin y al cabo nunca será novia sino que saltará directamente al título de esposa, ofrecen una suma de dinero, algunos regalos y obviamente a su hija. Prometen que es una niña de casa, que no sale con sus amigas, que sabe cocinar muy bien y también sabe barrer, trapear, limpiar el polvo, lavar la ropa, plancharla y doblarla (esto depende del status social, dependiendo de si pueden pagarle a alguien para que lo haga o no).

Anteriormente hasta ahí llegaba el acuerdo, la familia de la novia pagaba, se acordaba la fecha y los “novios” se conocían el día de la boda mediante un ritual extraño, pues primero los casaban y después, cuando ya eran marido y mujer, les pasaban un espejito para que se vieran por primera vez juntos y vieran la cara de su ahora cónyuge, ya que antes no se habían visto nunca. Por eso algunas veces a la pobre novia le tocaba pasar el resto de la vida con alguien que no le gustaba ni poquito. Si, algunas familias decían: “el niño es un papacito, y para completar es inteligentiiiiiisimo” y resultaba que no era ni medianamente agraciado ni inteligente.

Pero infinitas gracias que los tiempos han cambiado. Ahora los futuros esposos tienen derecho a conocerse antes, y si no se caen bien, pues no se casan. Cuando finalmente la familia encuentra a alguien que le cae bien a la “interesada”, que casi nunca está realmente interesada, llegan al acuerdo de pago, se casan en una ceremonia que dura 3 días (historia que les contaré después) y la feliz pareja se va a vivir a… a… a la hermosa casa de los padres del esposo!


Así concluye la historia marital india, agradezco sus comentarios, así sea sólo para decirme cómo carajos se dice plátano maduro en inglés, porque lo que me trajeron es algo que parece un bananito bocadillo verde, y me dicen que toca hervirlo y después fritarlo, y que así lo deje un año envuelto en papel periódico, nunca va a madurar… En fin, no es el plátano ni verde ni maduro que nosotros comemos.

martes, 2 de febrero de 2010

Durga Puja


A mediados de octubre, la ciudad se viste de fiesta. ¡Llega el Durga Puja! Durante 6 días, los habitantes de Calcuta gastan lo que han ahorrado durante todo el año para tan magno evento.
"Puja" significa "culto", mientras que Durga es una de las diosas más importantes en el hinduismo, por lo tanto, es el culto a la diosa Durga.

LA LEYENDA DE DURGA

Todo comenzó por culpa de una fuerza inhumana y demoníaca llamada Mahishasur, que, en pocas palabras, es el diablo, el patas o satanás. Es la ignorancia y el mal reunidos en un cuerpo regordete, orejas como las de Dumbo y con bigotico insignificante, pero que tiene la maravillosa habilidad de cambiar de aspecto (menos mal porque es feeeeeeeeeeo). Cuando Brahma llegó a contarle a Vishnu y a Shiva el problemita con el enano, éstos y los demás dioses se han puesto furiosos. Ya no saben qué hacer con este "señor" malvado que es peor que una piedrita en el zapato y un zancudo en la oreja. Ya lo han intentado todo, pero nadie ha podido vencerlo, ni dioses ni hombres han podido derrotarlo. Y como suele suceder casi siempre, las mujeres somos las que solucionamos los problemas, así que le encargan la tareita a Durga, que en ese momento no se llamaba así, sino Katyani.

Para que Katyani estuviera bien preparada para la mortal batalla, los dioses deciden darle algunos regalitos. Y no está de más, es lo mínimo que podían hacer. Así que cada uno le dio un arma y le han obsequiado también cuatro pares extras de brazos que seguramente serán muy útiles para poder atacar al enano desde todos los ángulos. En este momento Katyani evoluciona y se convierte en Durga.

Pero todavía falta un asuntico por solucionar. Los dioses pretenden que ella se enfrente a una fuerza malvada, y qué, ¿pretenden que vaya a pie? Porque Durga si sabía muy bien la situación de los taxis en Calcuta. Sabía muy bien que si se ponía a explicarle a los taxistan bengalíes a dónde quería ir, se demoraba mucho. Son como cualquier taxista colombiano que quiere ponerse a dar vueltas y vueltas para cobrar más cara la carrera. Cabe recordar también que los taxis suelen ser Ambassador Classic, que generalmente no alcanzan los 60 Km/h. y que sus conductores, ni cortos ni perezosos, en medio de una carrera, paran a hacer sus necesidades. Durga, de sólo imaginarse el infierno de tener que andar en taxi (sin aire acondicionado), protesta y pide su propio medio de transporte. Los dioses muy amables le dan a escoger entre un león o un tigre, a lo que Durga les recuerda "voy a salvar a la humanidad y ¿me van a poner a escoger?, me merezco los dos animales". Sin saber qué excusa sacar para darle uno sólo, los dioses finalmente acceden a la solicitud. Es por esta razón que algunas veces la vemos montando un león y otras montando un tigre de bengala.

Durga sale muy bien bañadita y perfumada con su curry favorito a encontrarse con Mahishasur, pero éste, teniendo en cuenta su feo aspecto y para evitar asustar a su oponente, la recibe con forma de búfalo. Imagen que a Durga no le hace ni cinco de gracia y lo aniquila al primer intento. Después se presentó como elefante, como león, como tigre, y como humano. En cualquiera de sus formas, Durga lo derrotaba. Mahishasur vuelve a tomar forma de búfalo, y al parecer, a Durga le molesto enormemente la falta de creatividad de su oponente por repetir cuerpo (es que a quién se le ocurre) y se llana de ira, desatando una luz que lo paraliza y finalmente lo derrota completamente. De tanta ira, Durga se vuelve negra y evoluciona una vez más. Ya no será Durga nunca más, ahora exige que la llamen Kali, y empieza a destruir todo a su paso, pero ese es otro cuento.

A este día se le llama Vijayadashami, que significa "la victoria del diez" (el diez no es por Maradona, es por los brazos) y de ahí el famoso Durga Puja.

LA CELEBRACIÓN

El Durga Puja es la celebración más importante en Calcuta. No es que no la celebren en otras ciudades, pero la devoción y la importancia que los bengalíes le dan a ésta fiesta, hace que sea famosa en toda India. En los barrios de la ciudad, hacen fondos comunes para reunir el dinero suficiente y así construir los "pandals", que son templos hechos en bambú y tela. Algunos incluyen ICOPOR para decorar. Se demoran aproximadamente dos semanas en la construcción, y algunos son tan grandes, que pueden albergar cientos o miles de personas adentro. En mi edificio hicieron uno chiquitito, y es más, pasaron a pedirnos plata para construirlo, "pero claro que les daremos el dinero, les respondimos, cuando ustedes nos financien un altar a la Virgen María". No sé si no entendieron, pero yo sigo esperando el altar y supongo que ellos siguen esperando la plata.

Dentro de los "pandals" se encuentra una estatua de la diosa Durga modelada con arcilla que extraen del río Ganges (con una altura de aproximadamente de 2.50 metros), a la que adornan con telas de distintos colores y le pintan los ojos con "khol". Durga descansa en medio de una nube de humo por las mil ochocientas varitas de incienso (o incluso más) y a su alrededor toneladas de comida que dan como ofenda a su diosa, y claro, no podía faltar la alcancía para que también le den dinero. El día final del Durga Puja, cuidadosamente suben a la diosa a un camión para llevarla al río Ganges.
No sé por qué razón todos los camiones son color verde hospital, y en la parte de atrás, muy bien pintado, tiene la inscripción "awaz karo", y me da pena confesar que hasta ahora, 8 meses después, entiendo el significado de esa frase que veo en casi todos los vehículos, les juro que pensaba que era algo espiritual, algo así como una bendición, pero no! su significado es muy simple "PITE POR FAVOR!". Bastante profundo... fue una decepción muy grande descubrir el significado del tan famoso "awaz karo".

En fin, así concluye el Durga Puja, después de seis días de trompetas, maracas, tambores, incienso y cánticos desde las seis de la mañana, finalmente termina con millones de Durgas desfilando por el río sagrado de India.

lunes, 11 de enero de 2010

Pagó su Karma


Uno de esos intensos días de verano, un poco antes de que llegara el monzón, paramos en una estación de gasolina en medio de la autopista EM Bypass. Todavía faltaban mas o menos 45 minutos para llegar a la casa, que quedaba en las afueras de Calcuta. Continuamos por la paralela a la autopista, que en un punto estaba cerrada porque la estaban re pavimentando y tocó devolvernos. Ya dando la vuelta, descubrí a un hombre tirado en el separador. Estaba medio desnudo y al principio pensé que estaba dormido, cuando miré con más detenimiento, me di cuenta que en la parte de la cadera ya no tenía piel, los cuervos y las moscas se la habían comido. ¡El hombre estaba muerto!
Debo admitir que es la primera vez que veo a una persona muerta, nunca en mi vida había visto algo así. Quise llamar a la policía para informarle, pero el conductor, en medio de su poco inglés, me dijo que no, que jamás llamara a la policía para esos casos. La verdad no entendí por qué, hasta ese día por la noche. Resulta que si se llama a la policía, a uno le toca hacerse cargo de la muerte de esa persona, así no la conociera, uno quedaría inmediatamente tachado como culpable.

La verdad no puedo explicar todo lo que sentí en ese momento. Yo veía pasar a la gente caminando al lado del cuerpo tirado y nadie hacía nada, simplemente no les importaba. Fue una sensación de impotencia, tristeza, rabia. La verdad no entendía nada, y lo único que pude hacer en ese momento fue llorar.

Voy a transcribir un correo que le envié a mi tío Capi al otro día:
"...la verdad fue una imagen muy dura... por la noche me costó mucho trabajo dormir, me vine a quedar dormida como a las 3am porque no me podía borrar eso de la cabeza.

Bueno, supongo que son cosas que me ayudarán a crecer, y no me refiero con eso a insensibilizarse, sino a conocer la cultura y entenderla, pues, después de pensar mucho supongo que ellos van mucho más allá de lo material y un cuerpo sin vida no es mayor cosa, como podría serlo para nosotros. La verdad es la primera vez en mi vida que veo a un muerto y más verlo en esas condiciones, de verdad me partió el alma. Me dieron ganas de vomitar, me empezó a doler el estómago (que por cierto, no viene muy bien desde hace algunos días), se me secó la boca y me temblaban las piernas. En ese momento pensé ¿qué carajos hago en este país? pues, uno al ver cosas como esas se pregunta ¿Dónde está la espiritualidad de la que tanto hablan? si una persona pierde la vida y la verdad a nadie le importa. Y bueno, supongo que son muchas cosas reunidas, sólo espero poder aprender cada día más, pero ¿será que hay una forma de aprendizaje menos cruel?"

En India la muerte es algo tan cotidiano, que al fin y al cabo, un paria más, o un paria menos no hace la diferencia. Su mentalidad fuera de lo material, hace que el cuerpo sin vida adquiera poca importancia. Ese hombre ya pagó su Karma, y en su siguiente vida seguramente será mucho más feliz de lo que fue en esta.

Al siguiente día, al volver a pasar por ese mismo punto, noté que el cuerpo ya no estaba ahí, y pensé que probablemente ya lo habían enterrado. Errado. Lo habían movido unos cuantos metros más adelante para que los obreros que estaban trabajando en la carretera, pudieran continuar con ese tramo.

Unos días después, al comentar con algunos amigos occidentales lo que había visto, noté con asombro que todos habían visto por lo menos uno o dos cuerpos muertos, incluso uno vio cómo mataban a un señor. Afortunadamente no he vuelto a ver ninguno, pero he visto algo que me duele mucho más, personas vivas que parecen casi muertas, y la verdad no sé qué es peor. Todo al final se convierte en parte del crecimiento espiritual y del aprendizaje de la vida, y por muy duro que sea, nos enseña a apreciar cada día y a vivirlo como si fuera el último.

viernes, 1 de enero de 2010

Calcuta me abre sus puertas

Llegamos a Calcuta creo que el 5 o el 6 de Junio. Como les dije antes, no tengo muy buena memoria, y mucho menos para las fechas.
La Ciudad de la Alegría nos recibía nuevamente, pero esta vez con un caluroso y húmedo abrazo de época de pre monzón, donde las temperaturas se elevan hasta 50°C. En medio de tanto calor parece como si el tiempo se detuviera, las hojas de los árboles totalmente inmóviles y uno busca inútilmente una pequeña brisa que lo refresque. Resulta difícil moverse, dar un sólo paso es como correr 100 metros y cada tanto uno busca un lugar con aire acondicionado para refrescarse un poco. Las botellas de agua no parecen suficientes para hidratarse.
Mucha gente muere durante ésta oleada de calor por la deshidratación y la ausencia de agua potable. Las moscas y los cuervos hacen fiesta, pues la putrefacción se produce a gran velocidad.

La vida en ésta ciudad, a pesar de su clima, continúa su curso normal. Sus habitantes siguen tratando de sobrevivir cada segundo, como lo han hecho desde siempre. Si tienen hoy, es muy probable que ya mañana no tengan. Viven el presente sin saber si habrá futuro.

Días antes de llegar, la ciudad había sido azotada por un fuerte ciclón que dejó a miles de personas sin dónde refugiarse. Otros miles que llegarán a ocupar un lugar en los andenes. El orden en medio del desorden. Cada familia tiene su pedazo de duro andén y respeta el espacio de los demás. Mientras el padre de la familia va a buscar alimento para pasar el día, las mujeres limpian su "hogar" con pequeñas escobas hechas con ramas secas y lavan sus ropas que después cuelgan en los separadores de las calles.
Entre las familias vecinas se colaboran sin importar de dónde provienen ni a qué religión pertenecen. Si alguna familia no tiene alimento, y sus vecinos tienen un poco de arroz o roti*, lo comparten, sabiendo que si mañana ellos no tienen, alguien les dará también. Cuando cae la noche, la temperatura baja un poco y la humedad aumenta, ellos se acomodan perfectamente alineados unos con otros en su pedazo de andén. Algunos tienen hasta camas hechas con pedazos de madera que encuentran en los basureros. Las madres abrazan a sus hijos y los envuelven con la tela de su sari, un cuadro enternecedor que le aprieta a uno el corazón y le hace un nudo en la garganta. Caen dormidos en un profundo sueño donde son felices, para amanecer al siguiente día y continuar con su travesía de supervivencia.

Calcuta, ciudad que guarda millones de historias, llena de vida y algunas veces (como Dominique Lapierre la describe) inhumana, alberga habitantes con miradas tristes, vacías, pero también cálidas y llenas de esperanza.

En ésta ciudad, a pesar de su pobreza, la gente no pide limosna, aunque algunas veces, al descubrir que uno es extranjero (porque los extranjeros son "millonarios") piden algunas rupias. Ellos aceptan su karma y no pierden la esperanza de que en su próxima vida no reencarnarán en un pobre.

La lección que te da esta gente es invaluable. Ellos, sin saber que nos están educando, a nosotros, los de otros mundos, a nosotros los extranjeros que somos "millonarios" y que hemos tenido oportunidades con las que ellos ni siquiera sueñan. Ellos, que sin decirnos una palabra, nos enseñan a vivir, nos enseñan a apreciar, a agradecer. Ellos, que con sólo una mirada nos envían millones de mensajes sin pedir nada a cambio y nos enseñan a vivir.

*Pan redondo y aplastado hecho con harina de trigo y agua. Parecen arepas